Me encontraba en el colectivo de regreso de la universidad, contento por el desempeño que había logrado en un examen importante. Era un día soleado, muy hermoso. Estaba cansado. Pensaba en lo iba a almorzar y en la siesta que iba a conciliar unas horas mas tarde.

Pero horror no tardó en aparecer. Bajé del colectivo, excitado como siempre (la manera en que se abren las puertas del colectivo me producen una erección), y mientras caminaba un chico me entrega un volante de travestis baratos. El muchacho se queda mirándome de manera sexualmente hambrienta y de me dice "Dios bendiga esa CABEZA DE MIERDA". Le contesto: "que te pasa forro?"

"Como, no te acordas de mi?" me dice el negro de mierda.
"La verdad que no"

"Soy ernesto, el puto que se pajeaba con vos".

Sali corriendo. Estaba llorando. Si si si. Lloraba como una quinceaniera cuando le hacen la cola por primera vez. Estaba emocionalmente desestabilizado. Llegué a mi casa corriendo y me tire a la cama, queriendo que reydecopas y dreiko me llenaran de waska, me putearan y me violaran. Pero no estaban ahi para contenerme sexualmente. Acostado, me quede gimiendo de dolor hasta que me dormi. Fue en ese sueño cuando tuve una visión del infierno que relataré a continuación. Me encantaria que se pasen un pan dulce por sus genitales mientras leen mi macabra visión.

En el sueño estaba atado a un altar completamente desnudo. Habia dos mujeres y dos hombres a los costados de dicho altar. Uno de los varones me coloca un cerdo muerto sobre la nariz, asfixiandome con el olor de su carne podrida. Ganas de vomitar comencé a sentir, y el vómito salió disparado de mi boca bañando mis mejillas, mi pera y mis labios. Una de las mujeres se desnudo rapidamente y me puso un liquido amarillo en el estómago. "Es orina de prostituta....delicioso" me dijo. Sobre mi estómago mojado colocó tres palomas muertas. Luego, esta mujer comenzo a lamer el vomito de mi cara. Gemía fuertemente mientras limpiaba mi cara vomitada con su hermosa lengua. Se sentia bien. Mientras hacia esto, con sus delicadas maños pelliscaba mis pezones . En un momento se detiene, me abre las piernas y me coloca una especia de consolador en mi ano que de daba fuertas descargas electricas.

El dolor era insoportable. Ella continuaba ahora lamiendo el vomito de mi cara. Cuando termino, comenzo a sentarse arriba de mi pene, que estaba erecto. Sentia mi pija entrar en su vagina. Durante el coito, se me acerca uno de los hombres y mete su pene en mi boca. Asi, mientras penetraba a la hermosa mujer y le practicaba sexo oral a un alemancito, el consolador continuaba largando fuerte descargas sobre mi ano.

El hombre finalmente eyacula en mi boca, y despues de unos minutos acabo en la vagina de la mujer. Desperté abruptamente con mis dedos adentro de mi ano. Me habia estado masturbando mientras soñaba.


Me encanto. Espero que algun dia me conozcan personalmente asi podemos mastrubarnos uno al lado del otro en un cuarto lleno de pan dulce.